Comencé a dibujar en abril del 2016; poco antes de cumplir los 59 años. Soy poetisa y escritora y he incursionado en las artes visuales gracias al desarrollo de la tecnología y muy influenciada por la Literatura.
Nací y crecí en el campo, andando por caminos que colgaban de las montañas y deseando hacer algo con aquella inmensidad, luego conocí la vida de los barrios y las ciudades y más tarde me aventuré a otras plazas del mundo. He sido profesora, ama de casa, periodista freelancer, actriz aficionada, representante de artistas, productora y conductora de radio; he salvado a una treintena de gatos y perros callejeros, he escrito y publicado varios libros para niños y jóvenes y he obtenido reconocimientos por ello.
Durante una etapa ejercí de manera profesional la lectura del Tarot de Marsella.
En el 2002 llegué a vivir a Miami; curiosamente la ciudad en vertiginoso crecimiento por las alturas y por encima del mar me reconectó con mis orígenes campesinos. Entonces volví a desear hacer algo con la inmensidad, pero se me descolocó la mirada y para no ver doble debía cubrir con un parche el ojo travieso. Una doctora con manos hábiles y generosas alineó mi ojo como si se tratara de colocar un botón en su lugar, entonces los semáforos volvieron a mostrarme señales de cordura y comencé a ser quien soy, una artista a la que las palabras no le alcanzan y para comunicarse recurre a los trazos y los colores.
Soy eso que ven en mis dibujos. Lo que he visto, lo que he vivido y lo que me he inventado.